viernes, 6 de mayo de 2011

Tengo enfermedad cardiaca.. Puedo hacer ejercicio????

Si padeces enfermedad cardiovascular, el ejercicio regular puede ayudarte a prevenir un ataque cardíaco ya que reduce la presión sobre las arterias dañadas y disminuye la formación de depósitos de colesterol. Y por si no lo sabías, la actividad física también ayuda a combatir otros factores de riesgo como obesidad e hipertensión arterial, los cuales predisponen a la enfermedad de arteria coronaria.



El temido segundo ataque cardíaco


Si ya sufriste un ataque cardíaco, la actividad física regular puede ayudarte a prevenir un segundo ataque, pero muchas personas sienten temor a sufrir uno mientras hacen ejercicio.



Si practicas actividades de ligeras a moderadas, las posibilidades de que sufras un ataque son muy bajas. Incluso el médico basado en un programa de rehabilitación cardíaca, puede indicar actividad física aunque hayas sufrido un ataque cardíaco u otro problema cardiovascular y te pondrá al tanto de los signos de alerta para que recibas atención médica inmediata.



Es probable que cualquier actividad aeróbica sea buena si padeces una enfermedad cardíaca. El objetivo principal es que mantengas o incrementes poco a poco la fuerza y resistencia del corazón y otros músculos. Un especialista puede proporcionarte un programa de actividad aeróbica con el cual puedas reacondicionar tu corazón y sistema circulatorio, de manera que trabajen de manera más eficiente.



Minimiza los riesgos


Para que los problemas a la salud sean mínimos y los beneficios sean los más positivos, considera las siguientes recomendaciones:





  • Camina moderadamente sobre una superficie plana o anda en bicicleta estacionaria con poca resistencia. Esto puede ser el único ejercicio que necesites al principio; por medio de estas actividades podrás mejorar tu nivel de acondicionamiento sin que tu corazón corra peligro. Tu médico puede sugerirte otras actividades.



  • Empieza y termina los entrenamientos lentamente con períodos de calentamiento y enfriamiento de al menos 10 minutos cada uno. Ten cuidado, pues si inicias o interrumpes bruscamente un entrenamiento podrías provocar una irritabilidad cardíaca y arritmias.



  • Mantén siempre una intensidad ligera a moderada, sobre todo al inicio de tu acondicionamiento. Nunca hagas ejercicio hasta el punto de sentir dolor en el pecho. Si tienes esta sensación, o te cuesta trabajo respirar o tienes fatiga extrema, deja de hacer ejercicio y descansa.



  • No compitas contra atletas ya que puedes caer en la tentación de dar todo tu esfuerzo para ganar un juego o cualquier competencia.



  • Es posible que el médico te prescriba nitroglicerina, así que tráela contigo durante tu entrenamiento en caso de una urgencia, como por ejemplo angina de pecho.



  • Como medida de seguridad, practica ejercicio en compañía de otra persona. Si lo haces solo, lleva siempre un celular para que lo utilices en caso de una emergencia.


Te sorprenderás de los beneficios tangibles que la actividad física tiene para ti. Cualquier que sea tu condición, es probable que puedas participar en alguna forma de actividad física, simplemente es cuestión de adaptar esta actividad para satisfacer las necesidades personales.

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