lunes, 30 de julio de 2012

#NOSOY132

"El voto es universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible", establece el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.




Sí, pero en ninguna parte dice que el voto debe ser razonado e informado, como lo pretenden los integrantes del movimiento #YoSoy132, el cual se ha convertido ya en bastión del muuuuuy cabron de Andrés Manuel López Obrador para continuar atacando al virtual ganador de la elección presidencial, Enrique Peña Nieto.



El tema de la compra de votos ha desatado una serie de discusiones públicas sobre la legitimidad de la elección y por todo el País hay movilizaciones y marchas alegando un nuevo fraude electoral.



¡Qué gran novedad!



Si lo que constituye un auténtico fraude es todo el proceso electoral mexicano, en el que no existen procedimientos, ni controles para que los partidos políticos, esas instituciones tan corruptas como inoperantes, presenten a los mejores elementos como candidatos.



Y ésa es solamente una de las fallas que presenta nuestro pésimo sistema electoral, pues hay corrupción desde el Trife hasta los funcionarios de casilla.



Soy un eterno inconforme con nuestra partidocracia, especialmente por tener que sufragar por personas que en lo personal no contrataría ni para los mandados. Pero, por lo pronto, es lo que tenemos y por ello siempre acudo a votar.



Pero esa inconformidad, compartida por millones de mexicanos, no les da derecho a mandar al diablo las instituciones, por más ineficientes que sean, solamente porque el resultado de la elección les fue adverso.



#YoSoy132 carece de legitimación para manifestarse contra la elección, porque fue un movimiento dirigido a combatir a un candidato, hoy virtual ganador.



Si hubiese nacido en contra del sistema político en general, del mal gobierno, de la injusticia social y de la corrupción gubernamental, sería muy diferente.



Pero no fue así.



Al contrario, puesto que ahora a ese movimiento lo abanderan también López Obrador y su banda de pseintelectuales, quienes están invitando a la ingobernabilidad.



"Van a soñar con nosotros. Les vamos a inundar las pinches pesadillas. Y si acaso, en el remoto de los casos, llevan a Peña Nieto a la Presidencia, durante seis años les vamos a hacer imposible gobernar este País, compañeros", dijo Paco Ignacio Taibo II el 18 de julio en un mitin en el Distrito Federal.



¿Pero por qué?



Ahora resulta que los inconformes con el resultado de la elección van a provocar el caos.



Se duelen que el PRI compró votos con dinero sucio, pasando por alto que en el PAN y PRD también existe la compra de voluntades, lo cual, dicho sea de paso, no está prohibido en ningún ámbito de la vida.



Un voto se puede se puede vender caro, pero fiado. Para ello existen las promesas de campaña, que son lo más parecido a los créditos a fondo perdido. Habrá también quien prefiera venderlo de contado, aunque sea más barato y para ello existen los lonches y refrescos.



Así funcionan las elecciones en nuestro País y en muchos otros.



Los motivos para votar son personalísimos y pueden ser de cualquier tipo. Si por conseguir algo de su mujer algún caballero votó por Josefina, lo felicito.



Porque después de informarse y razonar, nadie sufragó a favor de un mexicano ilustre convertido en candidato. Se votó por el menos malo.



O dígame usted, ¿qué persona con dos dedos de frente pensaría que los cuatro mejores mexicanos para gobernar este país son Peña Nieto, Josefina, AMLO y Quadri?



Además, López Obrador ya sabía cuáles eran las sucias reglas no escritas del juego electoral. Ahí han estado todo el tiempo. Televisa apoyó descarada e impunemente a Peña Nieto desde hace varios años a la vista de todos.



Entonces, si ya conocía esa realidad y no estaba de acuerdo con ella, ¿por qué contendió nuevamente?



Por todo lo anterior, #NoSoy132.